El director, productor, actor y guionista italiano Giulio Base dictó una clase magistral en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica, en donde conversó con el público sobre su trayectoria y los diferentes aspectos de la realización cinematográfica, como parte del Congreso Internacional de la Sociedad Dante Alighieri.
Estuvo acompañado por el presidente del INCAA, Ralph Haiek, el rector de la ENERC, Carlos Abbate, el director de ANICA, Roberto Stábile, y el representante de la Agencia Italiana para el Comercio Exterior Luigi D’Aprea.
Haiek destacó el crecimiento que ha tenido el intercambio entre Argentina e Italia, que se refleja en que “en los últimos diez años, se realizaba una película en coproducción con Italia por año, pero que en el último año, ese número se elevo a cuatro, lo que significa más trabajo de calidad para realizadores y técnicos de ambos países”. En el mismo sentido, Stábile mencionó que “este gran momento de acercamiento entre Italia y Argentina se da porque ambos países ponen todos los instrumentos necesarios para las industrias se favorezcan y surjan los acuerdos para coproducciones”.
Giulio Base ha dirigido 25 títulos, entre largometrajes de ficción y series de televisión. Trabajó con referentes del cine italiano, como Nanni Moretti, Riccardo Milani o Daniele Luchetti, e internacional, como Ridley Scott. Ganó numerosos premios, incluyendo dos veces el Oscar TV, en 2001 con «Padre Pio» y en 2012 con «Don Matteo». Sus obras han sido invitadas a los mayores festivales internacionales de cine y, en 2018, su película «Il Banchiere Anarchico», basada en la novela del mismo nombre de Fernando Pessoa, estuvo en la Selección Oficial del Festival Internacional de Cine de Venecia, donde ganó el premio Persefone a la Mejor Adaptación de una Obra Literaria. Actualmente se encuentra trabajando en la película “Bar Giuseppe”.
“Empecé de muy jovencito, con el deseo de ser actor, y a los 18 años hice mi primera audición para ingresar en la Escuela de Actuación de Vittorio Gassman en Florencia. Luego, con un grupo de amigos formamos un elenco de teatro, y en una sala del Off en Roma montamos una obra que era la representación de un ring de box. Un día se acercó el director Nanni Moretti y quería a comprar los derechos de la obra. Tuve que ponerme a escribir el guión y hablamos de actuar. La pregunta mía fue ¿quién va a dirigirla? Y Moretti me respondió – ¡Vos!”, contó Base al comenzar la charla, y agregó que “desde ese momento no he dejado de trabajar. Soy un trabajador del cine. Disfruto mucho de hacer películas, pero más disfruto de verlas”.
Ante una pregunta de los asistentes sobre su formación específica audiovisual, Base respondió que él se apoya mucho en los asistentes técnicos, y recordó que cuando filmó su primera escena en el doble rol de actor director, no tuvo ningún problema con el tiempo de rodaje, porque el jefe de producción daba la orden de inicio o final de rodaje. Pero cuando le tocó su primera escena como director dio la orden de “Luz, Cámara, Acción” se quedó embelesado con lo que veía que se acercó el jefe de producción y le dijo al oído “tiene que dar el Stop”.
Reivindicó la importancia del trabajo sostenido y recordó que su maestro, Vittorio Gassman, le dijo una vez “la poesía está en el trabajo.” Además, dijo que “los grandes maestros son los que logran inventar su propio lenguaje”, y dio los ejemplos del mismo Moretti o de Lucrecia Martel.
Con respecto a las recomendaciones que tiene para los futuros realizadores, Base expresó que “los directores debemos tocar muchas puertas. Todas las puertas, porque cuando se termina una película ya estamos pensando en el próximo trabajo”.
Como influencias de directores, destacó a Federico Fellini como “el más grande visionario”, Peter Gaves, Sergio Leone, Woody Allen, Quentin Tarantino, Martin Scorsese. Y de los italianos, Nanni Moretti, Mateo Garrone, Paolo Sorrentino y Giuseppe Tornatore.
El Congreso Internacional de la Sociedad Dante Alighieri es una reunión de los socios de todo el mundo y en su 83ª edición se celebrará por primera vez en un continente extraeuropeo, en Buenos Aires, capital del país que alberga el mayor número de comités de la Dante en el mundo.
