OBERÁ: EL CINE COMO FORMA DE INCLUSIÓN

Los programas de acceso a la cultura del INCAA, Cine Inclusión, Cine en Cárceles, y Las escuelas van al cine formaron parte de la programación del Festival Oberá en Cortos, que se desarrolló en esa ciudad de la provincia de Misiones, en donde llevaron el cine nacional a diferentes ámbitos, como forma de inclusión y aprendizaje.

“Dry Martina” es la película que acompañó a Cine Inclusión en Misiones, y que tuvo a su protagonista, Antonella Costa, para presentarla y dialogar con el público, en una clase abierta para doscientas personas que contó con la participación de vecinos y estudiantes de cine y actuación.

Las escuelas van al cine es el programa que tiene por objetivo formar audiencias fortaleciendo la relación de los alumnos primarios y secundarios con el cine en general y argentino en particular. Con esta premisa, impulsa diferentes iniciativas para que los más jóvenes descubran, entre otras cosas, que el cine nacional también tiene historias para ellos y la magia que significa el descubrirlas proyectadas en pantalla grande. En Oberá, los alumnos compartieron en la sala de cine una función de “Cómo funcionan casi todas las cosas”, la película de Fernando Salem, que está protagonizada por Verónica Gérez y Pilar Gamboa.

Ambos programas, junto al Festival, compartieron la organización del taller de video celular, que se realizó en tres días y del que participaron más de 150 personas, quienes recibieron las herramientas para poder crear una pieza audiovisual con los recursos que ofrecen los teléfonos inteligentes.

El programa Cine en cárceles tuvo dos funciones en Misiones, en la Unidad 17 de la Colonia Penal de Candelaria, con dos programas en los que se incluyó primero una selección de cortos de la Competencia Internacional del Festival de Oberá, y luego de un debate y las intervenciones de los internos, votaron por el mejor cortometraje y el elegido fue “Bombone”.

La segunda función fue con el documental «El viento respira», de Sergio Acosta, que fue acompañada por su protagonista, el reconocido acordeonista misionero Rubén Rulo Grabovieski, quien terminó la jornada con un mini show que el público agradeció, disfrutó y aplaudió de pie.

“Tener la posibilidad de conocer estos otros mundos fue muy lindo, porque son personas que están en una situación diferente a la nuestra. Somos parte de una sociedad y andamos por las calles, pero hay realidades que no vemos. Una cosa es pensar cómo son esas realidades y otra muy distinta es verlas de manera directa, y la verdad es que interactuamos entre todos y en un momento no encontramos diferencias entre nosotros”, dijo Grabovieski.

*foto: Misiones Online