20 de mayo de 2023.
El jueves 18 de mayo se estrenaron en el Cine Gaumont, con la presencia de sus directores, los documentales Maelström 2001, de Juan Ignacio Pollio; El libro de los jueces, de Matías Scarvaci; Los convencidos, de Martín Farina; y El siervo inútil, un thriller de suspenso del realizador cordobés Fernando Lacolla.
La jornada de estrenos se inauguró con el documental Maelström 2001, realizado por Juan Ignacio Pollio y producido por Nicolás Martínez Zemborain para CONICET Documental.
La película acompaña el trabajo de reconstrucción de los hechos del 20 de diciembre de 2001 realizado por Rodolfo “Willy” Pregliasco, investigador del CONICET, que, a partir de diferentes registros fotográficos y de video, logró reconstruir esa jornada, conformando un trabajo que sirvió para determinar, en el juicio, las responsabilidades en la represión que dejó un saldo de cinco asesinatos y varios heridos de gravedad y que marcó el abrupto final del gobierno de Fernando de la Rúa.
Junto al director, el productor y el investigador Pregliasco, protagonista fundamental del documental, estuvieron presentes autoridades del INCAA; el gerente general, Juan Landaburu; el gerente de Exhibición y Audiencias, Rodrigo de Echeandía; y el responsable de la Subgerencia de Desarrollo Federal, Juan Pablo Zaffanella.
A sala llena, el productor Martínez Zemborain fue el encargado de abrir la rueda de presentaciones: “Quiero agradecer al Directorio y al CONICET en su conjunto, al equipo técnico de CONICET Documental por su compromiso, al Programa Nacional de Ciencia y Justicia, a los familiares, que también nos recibieron y brindaron su testimonio, tan valioso para este proyecto, y a la Fundación Innovate. Al Ministerio Público Fiscal, a Willy (Pregliasco) y a Juan (Pollio), por este trabajo que sintetiza lo que buscamos, que es hacer documentales que pueden trascender para quedar como lo que van a ver: un documento histórico. Y también quiero agradecer al INCAA y a Nicolás Batlle”.
Luego, Juan Landaburu expresó: “Es un honor para mí, en mi carácter de gerente general del INCAA, recibirlos, recibir a todos los funcionarios, compañeros y compañeras del CONICET, en esta que es nuestra casa, el Cine Gaumont”. Y agregó: “Quiero hacerles llegar también un muy cálido y fraternal saludo del presidente del INCAA, Nicolás Batlle, que no ha podido venir porque en este momento está en Francia, en el Festival de Cannes, representando a la República Argentina; pero que me pidió que les haga llegar no solamente un fraternal saludo, sino una felicitación”. Posteriormente, Landaburu leyó el texto enviado por Nicolás Batlle para la ocasión: “Es una inmensa alegría que un documental producido por CONICET Documental se estrene en la catedral del Cine Argentino. Esta es la verdadera sinergia y trabajo en equipo de los organismos públicos. Maelström 2001 es mucho más que un documental, se trata de un verdadero documento histórico en el que a esas imágenes de la represión se les suma las del juicio a los responsables, en un tándem de lujo entre un científico y un equipo artístico. Esperamos poder seguir trabajando en equipo y jerarquizando estos materiales, que son parte de las políticas públicas que nos corresponden. Muchas gracias por elegir el complejo Gaumont y al INCAA”.
El director del documental, Juan Pollio, también se sumó a los agradecimientos: “Fue un honor para mí haber podido dirigir esta película, tener el privilegio de acceder a estos materiales y poder contar esta película que es, como dijo Nicolás Martínez Zemborain, un documento histórico. Espero que disfruten la función, al final vamos a estar, si tenemos tiempo, para responder las preguntas que tengan”.
Rodolfo “Willy” Pregliasco, investigador del CONICET, expresó: “Quiero que la película hable por lo que pienso, y en todo caso al final de la función lo charlamos”.
También estuvieron presentes familiares de Gustavo Benedetto, una de las víctimas fatales de aquella jornada, y Martín Galli, sobreviviente de la represión en Plaza de Mayo, en la que recibió un disparo en la cabeza por parte de la Policía Federal.
El segundo turno fue para el estreno de El libro de los jueces, documental realizado por Matías Scarvaci. La película tiene como protagonistas a dos jueces, los doctores Walter Saettone y Alejandro David, que recorren todos los días las comisarías y cárceles donde están alojados los presos revisando sus situaciones procesales y sus condiciones de vida dentro de las mismas, para garantizar un trato digno. La cámara acompaña a los dos jueces en su viaje al centro de un sistema que se muestra en condiciones críticas. Los magistrados ejercen el derecho penal restaurativo, vinculando a víctimas y victimarios para trabajar el perdón como una forma de sanación y, de este modo, poner la mirada en el futuro.
A la gala del estreno concurrieron los actores Carlos Belloso y Osvaldo Laport, entre otras personalidades, y hubo un gran acompañamiento de la familia judicial a Matías Scarvaci, que además de ser guionista, productor, actor y realizador, también es abogado y mediador; y a los doctores Saettone y David.
Scarvaci expresó: “Esta es una película que queremos mucho. Extiendo mi agradecimiento a Walter Saettone y a Alejandro David por su generosidad. Sin ellos la película no hubiese sido posible; espero que les interese y les guste”.
Luego, el juez Walter Saettone tomó la palabra en medio de un fuerte aplauso dirigido a los tres: “Todo este tiempo de trabajo, que fue un plus, porque hacíamos nuestro trabajo cotidiano, pero no sólo respondiendo a las exigencias de este sino también a las exigencias del director. Encontrarse uno a los 40 años haciendo algo que es muy distinto a lo que se propuso; que ni se imaginó en su vida que iba a estar actuando, porque tenía que hacer de cuenta que las cámaras no estaban… pero, por ahí las veía y entonces tenía que tratar de ser lo más natural posible. Me costó, pero lo entendí y lo empecé a disfrutar”. Y concluyó: “Desde ya, estoy muy agradecido por esto. Es algo maravilloso que estemos todos juntos acá, compartiendo este momento; y creo que, para todas esas horas de trabajo, era este el objetivo”.
Para finalizar la presentación, el doctor Alejandro David agregó: “Quiero agradecer a los que están acá: gente muy amiga, muy querida. A nuestras familias, que nos bancan permanentemente, y al equipo de trabajo que tenemos en cada juzgado, gracias a ellos es que podemos hacer el trabajo que hacemos”. Sobre la participación en la película, el magistrado contó: “Mi experiencia fue distinta a la de Walter, yo ni me enteré que estaban filmando, y para mí fue un placer eso. Disfruto verla ahora porque en aquel momento ni me enteré. Charlábamos con Matías, con los camarógrafos, sonidistas, pero estábamos en nuestro trabajo. Agradezco a Matías y a todos los que trabajaron con él”.
Otro de los estrenos de la noche fue el de Los convencidos, documental con formato de ficción del director, guionista y productor Martín Farina. Farina es reconocido por películas como Los niños de Dios, El fulgor y Náufrago.
El documental muestra, en cinco historias, diferentes situaciones donde en el encuentro entre viejos amigos, en una familia, o en reuniones de negocios, los personajes desarrollan el arte de discutir con la inequívoca sensación de tener siempre la razón.
En la sala, Farina presentó a su coproductora, Mercedes Arias: “A esta película la hicimos durante varios años, no sabría decirles exactamente cuándo empezó, pero podría ser 2017, 2018; y así fue avanzando. Con Mercedes hemos hecho unas cuantas películas y esta fue serpenteando entre otros procesos creativos. Para mí, filmar es siempre un proceso abierto. Lo más interesante es ver que lo que está pasando delante de la cámara nunca es lo que esperaba, y trato de que eso sea, un poco, lo que me guíe en la incertidumbre y así poder capturar algo de la esencia de lo que está pasando con los personajes”. Y luego añadió: “Está película tiene un poco de eso, son episodios en donde los personajes viajan libremente con sus voces y sus gestos”. Para cerrar, Farina expresó: “Estoy muy contento de poder presentarla acá. Espero que la disfruten”.
Previamente a la función, Mercedes Arias contó: “Los episodios son un resultado de mucho tiempo de ir a filmar. Como yo tengo una característica de filmar mucho, surgen líneas narrativas que capaz no forman parte de un largometraje pero que me quedan dando vueltas. Entonces aparece una manera de expresarse de ciertos personajes, alrededor de las cuales se puede construir una pequeña historia. Se prioriza esa manera de expresarse, se prioriza, digamos, el no escuchar razones como primera medida, sino un convencimiento casi emocionable, espiritual, algo que es como de un discurso muy cotidiano que podemos escuchar tanto en la televisión como en la radio, pero que el cine nos permite pensar un poco más. Mi idea era esa, tratar de imitar y ser lo más realista posible en términos de actualidad política, de actualidad discursiva, por más que no haya una temática puntual que se quiera destacar”.
El último de los eventos de la jornada fue el estreno de El siervo inútil, producción del nuevo cine cordobés, que lleva la firma de Fernando Lacolla y que cuenta con la actuación de Federico Liss en el rol de Luca, el personaje principal de esta historia. Luca trabaja en una inmobiliaria interesada en construir un housing en los viejos terrenos del ferrocarril. Ante las burocracias que imposibilitan el avance de la obra, Luca recurre al diputado Cardone, este se involucra en el negocio y convierte a Luca en su testaferro.
A sala llena, Fernando Lacolla saludó a los presentes: “Muchas gracias por estar acá, por venir a esta función. Estamos de estreno con Federico. Muy contentos de lo que viene pasando con la película, con las devoluciones de la crítica. Estuvimos en el BAFICI, donde tuvimos tres funciones que fueron muy lindas. No soy de hablar mucho antes de la película; sí quiero agradecerles a los que están acá”.
Luego, Federico Liss agregó: “Quiero agradecer el acompañamiento y el aguante. Disfruten la película, y cualquier cosa que nos quieran decir o preguntar, hablamos después”.
Antes de la proyección, sobre el proceso de producción, Lacolla contó: “Teníamos muy en claro, a la hora de filmar, que necesitábamos dos grandes locaciones: el ferrocarril, la vieja estación Mitre de Córdoba, que está en las condiciones en que se la ve en la película; y el campo, porque para nosotros eran dos imágenes muy simbólicas de nuestro país. Las dos visiones del país encontradas, la industrial y el campo. La película habla de esos entuertos inmobiliarios, me llamaban mucho la atención los grandes negociados con los housing, con los grandes emprendimientos, y a la vez, las vías del ferrocarril ocupadas por gente sin vivienda. El gran problema habitacional del país me parecía un tema muy importante para enmarcar la historia. Quería construirla de manera que se pudiera contar y llevar adelante”.
Por último, en relación al Polo Audiovisual de su provincia, Lacolla expresó: “Tengo 47 años, y cuando empecé a estudiar la carrera, tenía que venir a Buenos Aires para tener un futuro, porque en Córdoba no se filmaba; y venimos, desde hace muchos años, luchando todo el sector audiovisual cordobés para tener esta industria. Primero se logró una Ley de cine, y ahora tenemos esta pata tan importante que fue para nuestra película y para todo el cine local que es el Polo Audiovisual Córdoba. Sin ellos no hubiésemos podido filmar, como tampoco sin el INCAA y el Raymundo Gleyzer, en donde ganamos el concurso de guion”.
