MESA REDONDA “LA PRESERVACIÓN CINEMATOGRÁFICA Y LOS ESPACIOS DE EXHIBICIÓN” EN EL 37º FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA

11 de Noviembre de 2022

En el marco de la 37ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se presentó una mesa de diálogo e intercambio en torno a los desafíos actuales de las filmotecas, los archivos fílmicos y los espacios de exhibición.

La actividad se desarrolló en el Club Español y contó con la presencia de Mariana Avramo, coordinadora de la Cinemateca Nacional del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y delegada organizadora de la Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional (CINAIN); Paula Félix-Didier, directora del Museo del Cine de Buenos Aires Pablo Ducrós Hicken –que recibirá un premio a la Trayectoria–; María José Santacreu, coordinadora general de la Cinemateca Uruguaya; y Leonardo Bomfim Pedrosa, programador de la Cinemateca Capitólio de Porto Alegre, Brasil. La mesa fue moderada por Julieta Laucella Jalif, Licenciada en Ciencias de la Comunicación y Diplomada en Preservación y Restauración de Patrimonio Audiovisual (UBA).

La apertura del evento estuvo a cargo de Fernando Juan Lima, presidente del Festival, quien sobre la preservación cinematográfica, afirmó: “Este año hemos dado unas cuantas señales en ese sentido. Y mañana, en la ceremonia de clausura, daremos un reconocimiento a Paula Félix-Didier. Es un lujo poder contar con estas personas en esta mesa”.

Algunos de los disparadores de la conversación fueron cómo facilitar que las películas que forman parte de un acervo se encuentren con el público, y cuáles son las políticas de apoyo y mecanismos posibles para la exhibición y difusión del capital cultural de cinematecas, filmotecas, museos y archivos fílmicos.

Mariana Avramo, que fue la encargada de abrir la mesa, aseguró: “Desde la Cinemateca del INCAA trabajamos estratégicamente en cinco puntos: la preservación, la conservación interventiva, la catalogación, la difusión y la capacitación. Además, trabajamos en concientizar a funcionarios públicos, entablar diálogos con la comunidad y con el ciudadano de a pie; el trabajo que hacemos es para la comunidad y debe ser con la comunidad”. A través de un video, contó cómo trabaja la Cinemateca Nacional, además comentó  acerca de cómo fue el proceso de la rescate de los trabajos de la realizadora argentina Renée Oro, que pudo verse durante el Festival. Además destacó la alta presencia de público joven  en las proyecciones de películas del cine silente.

Leonardo Bomfim Pedrosa agradeció la invitación al evento y contó: “Me preparé para contarles sobre dos momentos particulares: la pos pandemia, con el regreso a la exhibición, y el cambio de gobierno que vivimos. La Cinemateca de Brasil, que está en San Pablo, estaba cerrada, y cuando asumió Bolsonaro directamente se quedó sin luz. En esos años no recibimos ni una copia, por lo que nuestro trabajo en Porto Alegre fue todo un desafío. En ese contexto, tuvimos que buscar distintas alternativas y nuestro propio camino, enfocándonos en lo regional y en el cine del sur, con una muy buena respuesta del público, llegando a estar por encima del promedio de espectadores del resto de las cinematecas de Brasil”. Por último, Bomfim Pedrosa expresó que, “ante una mayor concurrencia de público joven, la pregunta fue por cómo hacer para que las exhibiciones de películas que tienen 80 o 100 años sean atractivas para ellos, y transmitirles también que ellos son importantes para la preservación”.

María José Santacreu agradeció a los asistentes por acercarse a la charla, y contó que “la Cinemateca de Uruguay, a diferencia de las de Argentina y Brasil, es privada. Surgió de la unión de dos Cine clubs, uno de los cuales comenzó hace 70 años. El problema al que nos enfrentamos es, justamente al ser privada y surgir de las voluntades de divulgadores de cine, cómo sostener la economía de este ente, que tiene unas 20.000 copias en todos los formatos, por lo que nuestro ingreso es la exhibición”.

La última en tomar la palabra fue Paula Félix-Didier, quien se alegró de que el número de personas que asisten al Museo Pablo Ducrós Hicken sea cada vez mayor. “Significa que algo está cambiando”, dijo Félix-Didier, y agregó: “Este museo, en sus años de vida, tuvo nueve mudanzas, y eso para un archivo es terrorífico. Actualmente está en el barrio de La Boca, por lo que el desafío es acercar a la gente, que muchas veces nos dice que está lejos. Necesitamos lograr que la gente elija ir al museo”.

Sobre el final, agregó que de las cien películas elegidas en la Encuesta de Cine Argentino, ochenta son de la década del ochenta en adelante, y que no hay ninguna de antes de 1930. “Eso indica que no hay difusión de nuestro cine, por lo que debemos no solo guardar y preservar las películas, sino también exhibirlas, ese es nuestro desafío”, afirmó.