El director argentino Gastón Solnicki regresó al Festival de Cine de Venecia con su más reciente obra, Introduzione all’Oscuro, un ensayo sobre el duelo y un homenaje cinematográfico al difunto Hans Hurch, crítico de cine y director del Festival de Cine de Viena desde 1997 hasta su inesperada muerte por un ataque al corazón,  en julio de 2017 a la edad de 64 años.

Agradecido por volver a la Mostra y al ser consultado por el nombre de su obra,  Solnicki comentó que “el título de la película es el mismo que el de una obra de Salvatore Giardino, el gran compositor Italiano. La música juega un papel fundamental en toda la película.”

Sobre  su relación con el célebre programador y crítico de cine austríaco, Solnicki reflexionó “Hans, fue un gran amigo; mi familia y amigos lo consideraban un hombre maravilloso y generoso. Su modo de vivir… era increíble” y al reparar sobre los elementos que componen su película,  comentó “esta es una ofrenda.”

Introduzione all’Oscuro, fue filmada junto al director de fotografía Rui Poças (Zama) en un breve lapso de tiempo y sin guion alguno. En ella, un hombre deambula por las calles de Viena, guiado por el recuerdo de un amigo recientemente fallecido. Los vestigios de un imperio, una vez espléndido, se convierten en escenario de una elegía fílmica y una oscura celebración de la vida.

En la 75ª edición del Festival de Venecia, “Introduzione all´oscuro” forma parte de la Selección Oficial por fuera de competencia, de la misma manera que las producciones argentinas “Mi obra maestra”, de Gastón Duprat, “Laquietud, de Pablo Trapero y el documental “El Pepe, una vida suprema”, de Emir Kusturica. La delegación argentina que participa de la Mostra se completa con: “Acusada”, de Gonzalo Tobal (Selección Oficial en competencia), “La noche de 12 años”, de Álvaro Brechner, y el cortometraje “Los bastardos”, de Tomás Posse (Orizzonti), y “Metro veinte: cita ciega”, de María Belén Poncio (Venice Virtual Reality).